Empecemos por aclarar que el 15 de septiembre de 1821, lo que se registró fue la firma del acta de independencia del Reino de Guatemala, que lo separó por primera vez, de la metrópoli española. Así lo explica el historiador salvadoreño Carlos Cañas Dinarte, quien desde sus redes sociales se ha dado a la tarea de esclarecer muchas de las creencias que giran en torno de esta fecha tan importante para toda Centroamérica.
Sí, primero lo primero. En septiembre, se recuerda el inicio del proceso independentista en cinco de las naciones que conforman la América Central: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. No es una fiesta exclusiva de nuestra nación, por lo que es inválido afirmar ‘la Independencia de El Salvador’.
“En lo personal, creo que tenemos muchos mitos y leyendas dentro de la cabeza respecto a ese momento”, expresa el intelectual en uno de los videos que ha compartido en su muro de Facebook, específicamente el 26 de agosto de 2016.
Tras los movimientos de noviembre de 1811, algunas mujeres que participaron en las revueltas ocurridas en Metapán y Sensuntepeque terminaron en el castillo hondureño de Omoa, en las cárceles de San Salvador o en bartolinas guatemaltecas.
Luego, aclara que la Independencia no se reduce a la firma de un acta, “no es una fecha denominada 15 de septiembre de 1821”. La Independencia fue un proceso que no comenzó el 5 de noviembre de 1811, como tanto se ha proclamado, con “el mal llamado Primer Grito de Independencia”.
Más bien, fue un proceso muy largo, en el que destacaron dirigentes (los que hasta hoy conocemos como próceres) y dirigidos.
El historiador, que actualmente reside en Barcelona, España, recalca que entre esos dirigentes y dirigidos también hubo mujeres, negros americanos y africanos e indígenas. Para él, es importante dignificar a los ciudadanos nativos que participaron en este momento histórico.